Nacido en Sevilla en el año 1599, Diego de Velázquez es uno de los principales pintores del arte barroco español. Pertenece al Siglo de Oro de la pintura española. Tras pasar 24 años en su ciudad natal, Velázquez se trasladó a Madrid, donde se convirtió rápidamente en el pintor de la corte del rey Felipe IV. Diego de Velázquez muere en Madrid en el año 1660.
- Obra.
La obra de Velázquez se caracterizó por la gran influencia que el pintor italiano Caravaggio ejercía sobre el español. De esa forma, en sus pinturas se aprecia el tenebrismo, por lo que se creaba efecto de claroscuro para destacar las zonas más importantes de la escena. Además, Velázquez utilizó la perspectiva en muchos de sus cuadros.
Tras convertirse en pintor de la corte, Velázquez realizó numerosos retratos del rey Felipe IV y de su familia, en los que captaba con gran maestría la personalidad de los retratados.
Las pinturas más importantes de Diego de Velázquez fueron Las Meninas, Las Hilanderas, La fragua de Vulcano...
- Las Meninas.
Las Meninas es uno de los cuadros más importantes del pintor sevillano Diego de Velázquez. Fue acabado en el año 1656, y actualmente es expuesto en el Museo del Prado de Madrid.
En la imagen, Velázquez representó a la familia del rey Felipe IV más las personas que trabajaban para él. Así, en el centro de la escena se puede ver a la infanta Margarita con sus dos ayudantes, las meninas. A su izquierda, aparecen dos enanos con su perro y a su derecha, el pintor se autorretrató con la cruz de la orden de Santiago en el pecho, la cual fue añadida después de finalizarse el cuadro.Al fondo, detrás de los enanos, aparecen el aposentador de la reina, situado tras una puerta, un guardadamas y una dama de honor. Además, en el último plano, aparecen reflejados en un espejo el rey Felipe IV y la reina Mariana de Austria.
De esta forma, Velázquez consigue representar una escena de la vida cotidiana en la el mismo pintor aparece retratando a los reyes mientras las demás personas de la corte llevan a cabo sus tareas.
En esta obra, Diego de Velázquez consiguió exponer gran parte de las características de la pintura barroca. Así, podemos apreciar las siguientes:
- Los personajes aparecen representados con realismo.
- Se aprecia perspectiva en la imagen, como ocurre en muchos de los cuadros de Velázquez.
- Se intenta expresar movimiento y vitalidad.
- Existe en la imagen algo de tenebrismo. De esa forma, se enfoca con un haz de luz la escena principal, situada en el centro.
- La fragua de Vulcano.
La fragua de Vulcano es otro de los cuadros más importantes del pintor español Diego de Velázquez. Fue realizado, probablemente, en el año 1630, y actualmente se encuentra expuesto en el Museo del Prado de Madrid.
En la imagen, Velázquez representó una escena mitológica que tiene lugar en la fragua en la que trabajaba el dios romano del fuego Vulcano. En ese momento, aparece por la parte izquierda de la escena el dios mensajero Apolo, quien viene para informar a Vulcano del adulterio de su mujer, Venus. De esa forma, el dios del fuego presenta una expresión de sorpresa.
En este cuadro se pueden ver gran parte de las características de la pintura barroca española. Así, podemos apreciar las siguientes:
- Las figuras aparecen representadas con realismo.
- Se utilizó el tenebrismo, creando así efecto de claroscuro. De esa forma, el dios Apolo aparece destacado con un haz de luz sobre un fondo que se encuentra en tinieblas.
- Los personajes expresan sentimientos.
- Las figuras se encuentran en movimiento, por lo que transmiten sensación de energía y vitalidad.
- Vieja friendo huevos.
La Vieja friendo huevos es otro de los cuadros más importantes de Velázquez. Fue realizado en el año 1618, cuando el pintor aún residía en Sevilla, y actualmente se encuentra en un museo escocés.
En la imagen, Velázquez represento una escena de la vida cotidiana que, en muchas ocasiones, a sido considerada bodegón. En el centro de la escena, aparece una mujer anciana que fríe unos huevos. A su derecha, se representó a un hombre que trae bajo el el brazo derecho un melón.
En esta pintura se pueden apreciar fácilmente las características del arte barroco español. De esa forma, podemos ver las siguientes:
- En este cuadro tiene gran importancia el tenebrismo. De esa forma, se utiliza el efecto de claroscuro de forma que un haz de luz enfoque a la anciana, al hombre y a la comida, centrando así la atracción del espectador en esa zona de la escena.
- Los personajes reflejan realismo.
- Las figuras dan sensación de movimiento, energía y vitalidad
- Los personajes expresan sentimientos.
- Las Hilanderas.
Las Hilanderas es otro de los cuadros más importantes del pintor español Diego de Velázquez. Fue realizado en el año 1657, y actualmente se encuentra en el Museo del Prado.
En la imagen, Velázquez representó una escena mitológica de las Metamorfosis de Ovidio, en la que las diosa griega de la sabiduría, Atenea, que en la pintura presenta aspecto de anciana, baja a la Tierra para llevar a cabo el desafío de tejer un tapiz que le había propuesto la mortal Aracne. Ésta construye un tapiz en el que aparece representada la historia de cómo Zeus consiguió con engaños los favores sexuales de mortales y diosas. De esta forma, como aparece en el tapiz del final de la imagen, Atenea, enfadada tras ver la composición de Aracne, la convierte en araña y la condena a pasar el resto de su vida tejiendo.
En este cuadro, Velázquez plasmó gran parte de las características de la pintura barroca. De esta forma, podemos apreciar las siguientes:
- Se puede ver realismo en los rostros, como ocurre con la vejez de Atenea. Sin embargo, se sabe que se trata de la diosa debido a la pierna que Velázquez representó.
- Se trató de plasmar el tenebrismo. Así, un haz de luz enfoca la escena principal, centrando la atención del espectador.
- Se utilizó la perspectiva para contar una historia. Así, la historia comienza en el primer plano y finaliza en el tapiz del final.
- Las figuras dan sensación de movimiento.
- El triunfo de Baco.
El Triunfo de Baco es otro de los cuadros más importantes del pintor sevillano Diego de Velázquez. Fue realizado entre 1628 y 1629, y actualmente se encuentra en el Museo del Prado.
En la imagen, Velázquez representó una escena mitológica en la que el dios romano del vino, Baco, acompañado de otros seis personajes borrachos, coloca una corona de hiedra a otro joven. De esta forma, Velázquez intenta representar el poder que el vino tiene sobre las personas.
En esta pintura también se pueden apreciar las características del arte barroco español. Así, podemos ver las siguientes:
- Se puede apreciar el tenebrismo. De esa forma, se utiliza el efecto de claroscuro para destacar al dios Baco, que, además de encontrarse en la zona iluminada, presenta unas características físicas diferentes a las de los demás borrachos.
- Los personajes aparecen representados con realismo.
- Las figuras dan sensación de movimiento y vitalidad.
- Los rostros de los personajes expresan sus sentimientos, es decir, manifiestan que han bebido.
Esta obra se conoce popularmente como Los borrachos.
- La Venus del espejo.
La Venus del espejo es otro de los cuadros más importantes de Velázquez. Fue realizado entre 1647 y 1651, y actualmente se encuentra en uno de los principales museos londinenses.
En la imagen, Velázquez representó a la diosa romana del amor, Venus, que, tumbada, se mira en un espejo que sostiene Cupido, el dios del deseo amoroso. Sin embargo, la posición del espejo no coincide con la imagen que debería reflejar, lo que se debe, probablemente, a que el pintor quería que el espectador tuviese una fácil visión del rostro de la diosa.
En esta pintura se pueden apreciar fácilmente las características del arte barroco español. Así, podemos diferenciar las siguientes:
- Se crea profundidad, una técnica muy normal en la pintura de Diego de Velázquez.
- En la escena, los personajes aparecen representados con algo de realismo.
- Retratos de Felipe IV.
Tras convertirse en pintor de la corte en 1623, Velázquez realizó multitud de retratos del la familia real. Los más importantes fueron los realizado al rey Felipe IV. Dos de esos retratos fueron el realizado entre 1626 y 1628, en la que el rey aparece joven con una coraza, y el realizado en 1657, en el que el envejecimiento del monarca es visible.
En estos retratos, Velázquez consiguió captar perfectamente la personalidad del rey, teniendo muy en cuenta su envejecimiento.
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