Nacido en el año 1571 en la localidad italiana de Milán, Caravaggio es considerado uno de los principales pintores de la época del Barroco. Vivió la mayor parte de su vida en Roma, donde realizaría sus mejores obras. Caravaggio muere en Italia en el año 1610.
- Obra.
Caravaggio realizó, principalmente, pinturas de temática religiosa, aunque no siempre se ceñía a lo que la Iglesia quería que apareciese en los cuadros. La obra de Caravaggio se caracteriza por representar escenas de la vida cotidiana y por el uso de una técnica que tuvo un gran desarrollo en el Barroco: el tenebrismo. Éste consiste en crear efecto de claroscuro, es decir, hacer surgir un haz de luz de una parte de la obra que enfoque la escena principal, lo que provoca que el espectador fije su atención en esa zona de la pintura.
Entre las obras de Caravaggio destacan La vocación de San Mateo, La cena de Emaús, La conversión de San Pablo...
- La cena de Emaús.
La cena de Emaús es una de las obras más importantes del pintor italiano Caravaggio. Fue realizada entre 1596 y 1602, y actualmente se conserva en un museo londinense.
En la pintura, Caravaggio representó una escena bíblica, en la que dos díscipulos de Jesucristo, Santiago y Cleofás, cenan con alguien que, en un principio, no se da a conocer. Sin embargo, al partir el pan, los discípulos lo reconocen: es Jesucristo resucitado.
En esta obra, Caravaggio plasmó todos los elementos de la pintura barroca. De esa forma, se pueden apreciar las siguientes características:
- Los personajes presentan realismo, es decir, están representados tal y como son, con sus defectos físicos.
- Se puede observar el efecto de claroscuro, que provoca que el espectador fije su mirada en el haz de luz que enfoca a Jesucristo.
- Se aprecia movimiento.
Esta obra no fue del agrado de la Iglesia debido al rostro algo femenino que tiene Jesucristo.
- La incredulidad de Santo Tomás.
La incredulidad de Santo Tomás es otra de las pinturas más importantes de Caravaggio. Fue realizado en el año 1602 y actualmente se encuentra un palacio alemán.
Al igual que en La cena de Emaús, en esta pintura Caravaggio representó una escena bíblica en la cual Santo Tomás, discípulo de Jesucristo, mete el dedo a su maestro en la herida que le debería haber causado la lanza del soldado romano, para comprobar de esa forma si había resucitado.
En esta pintura se pueden apreciar las características fundamentales de la pintura del Barroco. Así, las principales son las siguientes:
- Se aprecia un gran realismo, en el que se muestran las heridas de Jesucristo.
- Se utiliza el claroscuro para centrar la atención del espectador en el dedo que Santo Tomás introduce en la herida de Jesucristo.
- Se aprecia movimiento.
- Los personajes expresan sentimientos.
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